La comunidad de San Agustín se encuentra conmocionada y preocupada por la desaparición del joven Juan David Gómez Lozada que cayó a las caudalosas aguas del río Magdalena el 27 de julio. A pesar de los esfuerzos ininterrumpidos de los equipos de búsqueda, la incertidumbre persiste y no se ha logrado encontrar rastro del desaparecido.
Aunque los equipos de rescate, incluyendo el cuerpo de bomberos de San Agustín, trabajaron durante 18 a 20 días en la búsqueda, tuvieron que detenerla debido a limitaciones económicas. Sin embargo, el padre del joven y algunos amigos han continuado la búsqueda por su cuenta, recorriendo las riberas del río en busca de alguna pista que los lleve a su paradero.
La esperanza persiste entre los familiares y los equipos de rescate, pero los desafíos son evidentes. Las recientes crecientes y avalanchas han alterado drásticamente el caudal del río, dificultando las labores de búsqueda. La acumulación de arena y escombros en las orillas ha complicado aún más la situación.
Recientemente, se informó del hallazgo de un cuerpo en la zona donde tuvo lugar la desaparición. Aunque se encuentra en avanzado estado de descomposición, se espera que las pruebas forenses confirmen su identidad. Según versiones preliminares, un familiar del desaparecido identificó un cordón que solía llevar consigo. Este hallazgo podría brindar a la familia la posibilidad de darle un digno sepelio y hallar algún grado de cierre en medio de la angustia.