Infortunadamente Pitalito se encuentra sumida en un profundo estado de inseguridad y desazón, ya que los robos perpetrados por jóvenes delincuentes armados con cuchillos y a bordo de motocicletas se han vuelto una triste realidad cotidiana. Este flagelo afecta principalmente a personas que, en el momento menos esperado, son sorprendidas y despojadas de sus teléfonos celulares.
Los delincuentes, en su mayoría menores de 20 años, infunden temor en la comunidad, especialmente en mujeres que lamentablemente se han convertido en las víctimas más vulnerables de estos actos delictivos. La población se siente atrapada en una sensación de rabia e impotencia ante esta situación que parece estar fuera de control.
A pesar de la magnitud del problema, muchos de estos hurtos no son denunciados debido a la compleja tramitología y al considerarse un delito menor según el Código Penal. Esto ha creado un círculo vicioso en el que los delincuentes continúan cometiendo estos actos sin ser detenidos y las víctimas, desafortunadamente, no logran recuperar sus pertenencias.
La comunidad de Pitalito clama por acciones contundentes y efectivas por parte de las autoridades locales para abordar este flagelo que ha permeado el diario vivir. Los habitantes expresan su frustración y señalan la falta de medidas preventivas y de seguridad que contribuyan a reducir estos hechos delictivos.
Esta creciente ola de robos con violencia representa un desafío para la tranquilidad y estabilidad de Pitalito, urgiendo a una respuesta conjunta de la sociedad y las autoridades para contrarrestar esta problemática que afecta la vida diaria de sus habitantes.