En sesión ordinarias de la Corporación edilicia laboyana, este jueves, se abordó la importancia del control político efectivo sobre los funcionarios de la administración municipal de Pitalito.
La concejal Sandra Milena Calderón Blanco destacó en su intervención los rumores que circulan en algunos pasillos del concejo, según los cuales las secretarías citadas a debate se sienten presionadas a llevar refrigerios, como desayunos y almuerzos, para los concejales.
Calderón Blanco refutó estos rumores, enfatizando que ningún funcionario está obligado a hacerlo y que los concejales deben mantenerse firmes, sin ser influenciados por tales circunstancias.
Instó a sus colegas a realizar un verdadero control político, señalando que, si es necesario trabajar todo el día en sesiones, se debe poner el corazón y la voluntad en el asunto.
Asimismo, la concejal solicitó que los informes presentados por los funcionarios sean ejecutivos, concisos y respondan puntualmente a las preguntas formuladas en los cuestionarios. De igual manera, pidió que los debates realizados por los concejales sigan el mismo enfoque, siendo ejecutivos y directos.
Sin embargo, el concejal Octavio Ordóñez expresó su desacuerdo, subrayando que, en su experiencia como concejal durante varios periodos, nunca ha sido influenciado por un “tamal” o cualquier tipo de incentivo.
Además, Ordóñez consideró difícil llevar a cabo un debate ejecutivo como el que propone Calderón Blanco, argumentando que ciertos temas requieren un análisis profundo para aclarar todas las dudas que puedan surgir en respuesta a las intervenciones de los funcionarios.
Este intercambio resalta las diferencias en la manera de abordar el control político y la transparencia en el concejo de Pitalito, evidenciando la necesidad de un enfoque riguroso y comprometido para garantizar la buena gobernanza.
POR: Alfredo Carvajal